lunes, 14 de julio de 2008

Formacion de dirigentes vecinales

Finalizo el curso para dirigentes vecinales que, como les informáramos (ver Que nadie decida por vos, ...decidamos juntos), se desarrollo en la Escuela de Trabajo Social de la UNC. Participaron integrantes de 62 centros vecinales de la ciudad y de 3 cooperadoras.

Para nosotros fue una experiencia muy positiva. Queremos destacar como muy grato y rico en experiencias el intercambio que tuvimos con los otros centros vecinales y si bien nos gustaría compartir con ustedes todos los temas tratados, les dejamos a continuación un breve resumen de la idea principal, que nos diera el Prof. Alberto Parisi, en la clase sobre Democracia Participativa:

Toda democracia para funcionar necesita de la política, en más, el propio funcionamiento de la democracia es político. Deberemos por lo tanto mirar y participar de otra manera en la política.

Nuestro sistema democrático es delegativo (“el pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes…”. Articulo 22 de la Constitución Nacional) y debido a esto seguimos siendo un país donde el poder político es una cuestión de “políticos profesionales” y sectores de poder dominantes. La mayoría de los ciudadanos queda al margen de la vida política; solo participa cuando hay elecciones.

Como consecuencia tenemos una democracia fuertemente delegativa que divorcia a los ciudadanos de la política. Mientras esto se perpetúe, la política se volverá mas ilegitima para los ciudadanos por la incapacidad de escuchar las demandas e intereses de los mismos.

Ahora bien, los ciudadanos, por más que nos agrupemos de diferentes modos para hacer oír nuestras demandas y exigir el cumplimiento de nuestros derechos, sin una herramienta política siempre tendremos un “techo” para la acción colectiva.

Es por esto que tendremos que descubrir en la Democracia Participativa una etapa cualitativamente superior a esta ciudadanía pasiva, limitada, que deriva del carácter delegativo de la actual democracia.

La Democracia Participativa supone tanto una nueva forma de ver nuestra sociedad como de interactuar en la misma: ver que y actuar como…

Nadie nace sabiendo “trabajar los conflictos”, eso se aprende colectivamente cuando entendemos que se puede confrontar sin aniquilar, hablar y escuchar, demandar pero también conceder. En definitiva cuando vamos aprendiendo a construir acuerdos que mejoran nuestra calidad de vida y fortalecen el interés general de nuestra sociedad.

Esta forma de mirar y entender no es ingenua sino política. Ya no pertenece a una democracia meramente delegativa. Es haber comenzado el lento y esforzado camino hacia la Democracia Participativa y supone el abandono de la pasividad e indiferencia a favor de la inclusión y la participación.

Nadie en la sociedad nos regalara esto, mucho menos quienes tienen poder político, económico, etc. La inclusión y la participación se ganan a base de lucha, organización y solidaridad.